Una planta embotelladora, o una compañía embotelladora, es una empresa dedicada al envasado de bebidas y su distribución hasta los puntos de venta al cliente. Pensamos en una embotelladora de vino, en la empresa Coca Cola, en agua embotellada, pero la fábrica no tiene porqué limitarse a insertar bebidas en el interior de un recipiente, como pudiera ser una botella de cristal, un envase tetrabrick de cartón o una lata metálica.
La industria embotelladora está preparada, o puede adaptar su maquinaria fácilmente, para añadir cualquier líquido, sea apto para el consumo humano o no, dentro de un envase. Por ejemplo la industria de la limpieza, con sus detergentes líquidos o limpia cristales, o el sector de la cosmética, con su extensa variedad de cremas y perfumes, requieren de un embotellado que les garantice la estanqueidad del contenido, la seguridad que el producto se sirve al cliente en perfecto estado de conservación, sin contaminación externa, con todas sus propiedades. Y las posibilidades comerciales se pueden ampliar al sector de los agroquímicos, para mantener y conservar los cultivos del agricultor, o a la industria farmacéutica, con redomas, cuentagotas e inyectables.
La estanquidad es un factor fundamental para las empresas embotelladoras, pues asegura que no pueda haber una fuga del producto, y garantiza la inviolabilidad de su interior. Para ofrecer esta certeza puede bastar con el cierre hermético, pero a menudo el propio tapón de cierre no puede garantizar la posibilidad de fugas o contaminación externa. Para conseguirlo se requiere el insertar un opérculo (cap seal), o una junta de estanqueidad, adaptado al grosor y diámetro del cierre. Con más motivo si además es necesario ofrecer al cliente un precinto de garantía de primer uso.